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23 abr 2025

Día 3. Petra

Petra. Raqmu. Piedra. La joya de la corona del viaje. Una de las siete nuevas maravillas del mundo elegidas por votación ciudadana y conocidas el 7 de julio del 2007... 7, 7, 7 número sagrado....

Nos levantamos pronto y con ganas. Desayunamos muy bien, el día prometía ser largo e intenso. Playeros cómodos y ropa liviana. Gorra y protector solar. Al salir del autobús hay que recorrer un trecho, medio kilómetro o poco más, que se hace corto a la ida, pero muuuuy largo a la vuelta. Se empiezan a ver tumbas a nuestro alrededor y el guía nos explica quiénes son los dioses sagrados para los nabateos.


El Tesoro iluminado de noche

pero, ¿Quiénes eran los nabateos? Su origen es incierto a día de hoy, pero se cree que eran originarios de la Península Arábiga y, en concreto, de la tribu bíblica de Nebayot. Eran nómadas y politeístas  por lo que se desplazaban de un lugar a otro con facilidad. Es posible que hubieran elegido el enclave de Raqmu porque numerosas rutas comerciales de caravanas, como la del incienso, entre la zona y Asia, pasaban por allí. A penas hay testimonios escritos.

Su época de esplendor fue entre los siglos IV a.C. y I d. C. controlando desde el Mar Rojo, península del Sinaí, hasta parte de las actuales Jordania, Siria y Arabia Saudí.

A partir del sº I d.C. los nabateos fueron sometidos por los romanos hasta que en el sº II su imperio se convirtió en dominio romano.

Dioses nabateos

Dushara es el principal dios masculino, suele ser representado por un bloque rectangular de piedra, su trinidad femenina es Uzza, Allat y Manat.

Dushara, esposa e hijo

Petra

Fue la capital del reino, se estima que allí vivieron unas 30.000 personas, aunque el sitio arqueológico que vemos hoy es un lugar de enterramiento, la población vivía a su alrededor en tiendas. La ciudad de Petra sorprende al visitante por su enorme extensión, se necesitan varios días para conocerla bien o hacer rutas por el entorno.

Una vez que entramos en el recinto, paseamos con asombro por el Siq (cañón o desfiladero) que nos sorprende con sus altas rocas de hasta 200m de altura, su piedra desgastada por efecto del viento y del agua y por sus continuos recovecos que, nos encogen el corazón porque sabemos que, en algún momento de sus 1,2km de largo, al doblar una esquina, nos encontraremos con el Tesoro.


Acueductos

Mientras tanto, podemos apreciar varios altares a Dushara y su familia, representaciones talladas en la piedra de comerciantes y camellos y, sobre todo, o que más impresiona es el sistema de canalización del agua que vemos a los lados. También hay restos de calzada nabatea y romana que están perfectamente conservados. ¿Se mantendrán nuestras calzadas durante siglos? ¿Qué opináis?

Y... por fin, aparece el Tesoro. Es verdad que escuchamos los gritos de admiración y como que presentimos que el momento se acerca, pero cuando doblas la esquina y te lo encuentras de frente... pues te quedas como Indiana Jones con la boca abierta.


El Siq et voilá

El tesoro es una fachada de 40m de altura por 28m de largo, excavado en la roca. Es una tumba, se pueden apreciar restos de varios intentos de saqueo con disparos en la piedra. También hay una valla para asomarse a los recientes descubrimientos en el subsuelo. Hay una profundidad de 6m y se cree que contienen tumbas. Es decir, el terreno hoy en día es más elevado que antiguamente.


El Tesoro

No en vano en Petra se cree que sólo el 15% de la ciudad se ha descubierto.

Sesión de fotos a parte, se puede subir a una pequeña colina enfrente para sacar mejores fotografías, previo pago de 10 dinares. Hay también un pequeño bar para calmar la sed. Continuamos visita, seguimos el sendero oficial que tiene unos 8km de largo. 

Está la calle de las fachadas, el Teatro, construido por los nabateos, pero ampliado por los romanos, esculpido sobre la propia roca. Nifeo, columnata, a estas alturas ya pisamos la calzada romana y vemos restos de antiguos templos, a lo lejos y sobre un risco, podemos ver los restos de un antiguo castillo templario. 

Calzada romana

Aquí llegamos al final del sendero oficial. Hay un par de restaurantes y comemos, es la 1 de la tarde y estamos agotados pues hace mucho bochorno. También es el momento de despedir al guía que nos deja libres hasta las 18:30h para que hagamos la visita por nuestra cuenta. 

Decidimos subir al Monasterio -Ad-Deir-

Inicialmente, la subida acojona. Son 850 escaleras. Nadie sabe cómo son. Nos ponemos a ello, después de comer, estómago lleno, calor caluroso y sofocante. Poco a poco vamos subiendo tramos. No son demasiado complicados ni muy altos. Dejamos a gente por el camino, no hace falta mucha preparación, pero sí buen estado físico general, lo peor, el calor. Tampoco sabemos cuánto queda de camino, pero sin duda, ya notamos una cierta elevación, los peldaños son un poco más altos y hay más tiendas a nuestro alrededor que nos invitan a pensar que el final está cerca👯

Escalones para subir a Monasterio


Y lo está. Un pequeño camino y, de repente, a nuestra derecha, aparece la fachada del Monasterio. Espectacular💗. A mí me gusta más que la del Tesoro. Es más solemne y más grande: 45m de altura. Quizás porque hubo que sufrirlo más.

Monasterio

Justo enfrente hay un bar para tomar algo y admirar el paisaje. Muchos carteles indican "the best view", nosotros nos decidimos por uno que nos lleva justo al lado contrario, donde tenemos unas vistas impactantes de los alrededores del valle. El lugar es precioso.
Valle de Petra

Nos volvemos. La bajada es más sencilla. También hay más aire, son las 17h y se nota. Decidimos coger un camino que nos lleva a las tumbas reales, pasando por una Iglesia bizantina, en lugar de seguir la vía romana.

Vista a las Tumbas Reales

En esa zona vemos las Tumbas reales, tumba palacio, tumba corintia, tumba de la seda y de la urna. Merece la pena el paseo. También la iglesia bizantina es un descubrimiento pues conserva mosaicos en muy buen estado. 

Volvemos a pasar delante del teatro, con capacidad para 8.500 personas, ahora apreciamos mejor las cosas porque no hay tanto turista y por la luz.

Teatro nabateo y romano

Cuando llegamos al Tesoro, ¡por fin! nos podemos hacer fotos tranquilamente y sin gente. 

Regresamos al Siq y al aparcamiento. Por la noche hemos reservado el Petra by night y no nos sobra el tiempo para descansar, ducharnos y cenar.

El Petra por la noche tenía muy buena pinta. Son 17 dinares para ver un espectáculo de luz y música. Sin embargo, Omar ya nos había advertido: separaros de la gente que haga ruido y lleve linterna. Efectivamente, la masificación tiene estas cosas. Mucho ruido. Mucha luz y poco encanto. Al llegar al Tesoro, nos pudimos sentar en el suelo sobre unas mantas, escuchar unas canciones tocadas con la flauta y nos invitaron a un té. Duró poco más de 15 minutos, nos quedamos un poco chafados porque no sabíamos si eso era todo o si habíamos llegado tarde.

Vuelta otra vez al aparcamiento. Os juro que le cogí manía al Siq. Quién lo iba a decir.

Al llegar al hotel, el reloj marcaba 20 km de recorrido. No está mal para ver una maravilla del mundo, ¿verdad?😜

Mapa de Petra

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