Sí, porque cuando llegas
lo primero que descubres son los atascos kilométricos a la entrada
de la ciudad y echas de menos otras poblaciones más pequeñas y
la tranquilidad que se vivía en ellas. Me recuerda demasiado a
ciudades como Barcelona o Madrid. Aviso a navegantes, si alguna vez
estáis en Palermo, cuidado a la hora de ir al aeropuerto. Un
trayecto que no debe durar más de 40 minutos, se alargó a 1 hora y
media, y a punto de perder el avión!
Palermo es una ciudad
bonita, moderna, ordenada, costera, pero es de gran contraste sobre
todo si vienes de Catania. Son la cara y la cruz, el ying y el yang.
Cada una tiene su encanto. Yo me quedo con la segunda, quizás porque
he vivido allí, porque ciudades como Palermo ya las tenemos por aquí.