21 nov 2012

La joya de la Corona: Taormina


Taormina es uno de los destinos obligados de Sicilia y desde luego, no decepciona. Lo mejor de viajar en temporada baja es que se puede apreciar y disfrutar del paisaje y el entorno sin los turistas. El silencio te acompaña, pero a cambio la tranquilidad y la posibilidad de tratar con la gente es más fácil que en pleno verano. 


 

Evidentemente es un destino para el buen tiempo, porque Taormina es un pequeño pueblo en la montaña, a medio camino entre la costa y la cumbre de la montaña. Lo que ocurre es que desde hace muchos años, se ha convertido en un destino ineludible para el turismo de dinero y eso se observa no sólo por la cantidad de mansiones y por los magníficos hoteles sino porque la calle principal está repleta de tiendas de ropa de marca, relojerías, tiendas de comida “gourmet” y en líneas generales, se respira dinero.

En pleno noviembre se ven a los habitantes de la ciudad, mucha gente mayor y algún que otro alemán que ha elegido este pequeño paraíso para la jubilación. No pude más que apreciar su buen gusto, asomarse al mirador y tener a la vista la costa siciliana y la Isola Bella junto al Etna al Este, no tiene precio.

Por lo demás, Taormina es un pueblo, con mucho encanto porque está muy cuidado, las fachadas de las casas y las tiendas están mimadas hasta el último detalle. Alguna que otra iglesia y dos puertas que señalan las entradas y un fantástico mirador.


Con el desarrollo del turismo, todo el ascenso a la montaña ya está repleto de hoteles, hostales, restaurantes y todo el despliegue turístico. La subida, en una sucesión de curvas típicas italianas, se inicia una vez pasado Giardini-Naxos, un pueblecito encantador situado a nivel del mar que intuyo puede ser un buen sustituto para la cara Taormina en temporada estival.

Desde allí, se puede visitar la costa y la pequeña isola Bella o ascender hasta Taormina, aunque parece ser que lo complicado es aparcar arriba. Otra opción, es utilizar el funicular que conecta la ciudad con la costa y disfrutar del paisaje.

Me habían aconsejado visitar Castelmola y no me defraudó. Está a 15 minutos carretera arriba de Taormina y se puede subir en autobús de línea. Este pueblo está en lo alto de una montaña y las vistas aquí arriba son más espectaculares aún. Su nombre deriva de un antiguo castillo que existe en la actualidad aunque semiderruido. Por lo demás, visitar el Duomo y un par de miradores hacia la costa.



Yo tuve mala suerte porque nada más bajar del bús, empezó a llover torrencialmente así que busqué un lugar para comer. Como el día estaba muy cambiante, no pude ver el Etna en ningún momento y el viento dificultaba cualquier maniobra. Si el día está muy despejado, también se puede ver Mesina y por tanto, la Italia continental.

En cualquier caso, me gustó mucho. Estos dos pueblecitos se pueden visitar en un sólo día o disfrutar de unos cuantos días en las playas de esta zona.


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