28 jun 2017

Hercolano y Pompeya

Vista general Hercolano
Salimos de Nápoles dirección al sur. Hoy tocaba Historia antigua y ruinas romanas, casi na!
Al lado de la estación de tren Garibaldi, se coge la Circumvesubiana, que es un trenecito que conecta Nápoles con Sorrento.

Al preparar el viaje, ví que se hablaba de la tarjeta ArteCard, con descuentos en entradas y museos, así como en el transporte. Pues bien, no pude comprarla on line, ni tampoco en el aeropuerto, hasta que me dijeron que ya no existía mai (nunca).




Detalle ornamentativo en jardín
Compré el billete de Nápoles a (H)Ercolano, por 2,20€ y una doble entrada a las dos ciudades por 22€, por separado son 12€ Hercolano y 13€ Pompeya. Con audioguía, 8€ más, pero así te enteras de todo!!

Y me adentré (literalmente) en un nuevo mundo resucitado de la lava volcánica casi 2.000 años después de la famosa erupción del Vesubio en el año 79 dC

La ciudad estaba al lado del mar, y ahora con los terremotos previos y la erupción, la costa se sitúa a 400 m.

En la antigua ciudad de descanso, vivían unas 4.000 personas, y murieron un total de 2.000 aproximadamente. Se llegó a encontrar incluso una barcaza enterrada y cientos de cadáveres en los cobertizos del puerto, buscando una salida hacia el mar.

En líneas generales, los restos se encuentran en mejor estado que en Pompeya porque la ciudad estaba más cerca del Volcán y, por tanto, fue arrasada por lava volcánica a temperaturas extremas lo que ha permitido encontrar estructuras, objetos y pinturas perfectamente conservadas.
Restaurante local

Más o menos unas dos horas más tarde, terminaba la visita guiada, impresionada y saturada de información, de restos, muerta de hambre y calor. Urgía tomar un almuerzo y me encontré con un pequeño bar de comida de venta a domicilio donde comí unos macarrones con calamares, espectaculares!!

Y volví a subir al tren, con Pompeya en la cabeza, 2€ de viaje.




Cuando llegas a Pompeya, la cosa ya cambia, hay mucho más turismo y básicamente, la perspectiva que ofrecen las ruinas, que es inabarcable a simple vista, es espectacular y terrorífico al mismo tiempo.

Teatro pequeño
Te dan un plano con las diferentes Ínsulas donde podrás ver lo más importante y recomendado de las ruinas: el Lupanar, las Termas masculinas y femeninas, Casas importantes, Restaurantes de "comida rápida", los Teatros, la Palestra, el Foro romano, el Anfiteatro. De verdad, es una de las cosas más impactantes que he visto en mi vida.

Aunque haya mucha gente, es tan grande que en ocasiones, estás sola visitando sitios o recorriendo las calles, creo que el lugar donde me encontré con más turistas y en el que hubo que hacer cola, por lo pequeño del espacio, fue el Lupanar, y como es lo más "morboso", aquí os dejo un par de fotos.

una imagen vale más que mil palabras
cama en el Lupanar












Pompeya fue sacudida por un terremoto en el año 62 dC, y algunos de sus edificios no llegaron a ser reconstruidos antes de la erupción del Vesubio en el 79 dC.
Se conoce la historia de la ciudad, gracias a los escritos de Plinio el Joven que salvó su vida al subirse a una barca y pudo relatar la imagen apocalíptica que debió de ser Pompeya en las horas posteriores a la erupción, la nube volcánica y la tormenta de cenizas y piedra pómez.

Anfiteatro
Fue en el año 1748 cuando bajo la dominación de Carlos III de España, bajo cuya corona estuvo el reino de Nápoles y las dos Sicilias, se descubrieron accidentalmente, primero los restos de Hercolano y más tarde, los de Pompeya.


Termas masculinas

Fue el inicio de las excavaciones arqueológicas, por ello, se cometieron muchos errores que perjudicaron al estado inicial de los edificios y en los que se cometieron muchos atropellos con el objetivo de apoderarse de los objetos de mayor valor y entregarlos al Rey.
Una calle pompeyana

Una visita completa a Pompeya, debe durar unas seis horas más o menos, yo estuve alrededor de tres horas y me quedaron aún cosas por ver.

Existe otra población, Oplonti o Torre Anunziata, con unas ruinas muy interesantes, pero será para otra ocasión. También, un poco más al sur se encuentran los restos de templos griegos de Paestum o las ruinas de Caserta, es una zona con una historia verdaderamente infinita.

Como mi destino final era Salerno, al salir de las ruinas, tuve que caminar unos dos kilometros hacia la Pompeya actual, para recalar en la estación de tren y coger un Trenitalia que por 2,40€ me llevase hasta Salerno, donde hice noche para comerzar la ruta Amalfitana al día siguiente.

Salerno


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