Ciudad de México

Tras más de 11h de viaje, que se hace muy pesado, llegamos a las inmediaciones de la Ciudad de México y ya desde el aire nos podemos hacer una idea de la inmensidad de la ciudad. Casas y casas, calles y colinas se divisan desde el aire.

Segunda plaza más grande del mundo

En tierra, la locura comienza, atascos, gente y agobios. Tomamos un taxi hasta el hotel, Isabel II y salimos a dar una vuelta por el Zócalo (Plaza Mayor). La división de las calles es en damero, sencillas divisiones norte-sur y este-oeste.

En el Zócalo, está la Catedral, el Palacio Nacional, Ayuntamiento y Edificio de Gobierno.

Aquí nació México-Tenochtitlán, el centro histórico de los mexicas (aztecas), y cuando llegaron los españoles (upss) y derrotaron a Cuauhtémoc utilizaron las piedras del Templo Mayor, para construir la Catedral y los restos del Palacio de Moztezuma para levantar el Palacio Nacional. Ciudad de México está levantada sobre lagunas.





Contratamos una excursión, para el día siguiente, que comprende una visita a la Basílica de Guadalupe, la Ciudad de las Tres culturas y productores de Mezcal y Tequila, y la guinda que es Teotihuacán. Excursión de 250 pesos.

Basílica Virgen de Guadalupe

Lo único interesante de visitar a la Virgen de Guadalupe (locura nacional), es ver la inclinación de la iglesia y experimentar un pequeño mareo al entrar, nuestro guía está convencido de que poco tiempo más seguirá en pie, con tanto terremoto (sismo). La iglesia nueva, es espectacular desde el punto de vista arquitectónico.



Tomamos carretera hacia el Norte y empezamos a ver las famosas Favelas, en las que viven más de 4 millones de personas. Es indescriptible, pues son casas de diferentes tamaños y colores que se extienden desde el pie de la autopista hasta lo más alto de la montaña, pero siguiendo una división y orden, perfecta.

Por fin llegamos a la primera parada obligada del viaje: Teotihuacán. Id preparados con agua y protector solar. Las preguntas sin respuesta son variadas: ¿Quién vivió aquí?, ¿Por qué se construyeron las pirámides?, ¿Qué sentido tienen?, ¿Cómo pudieron construirlas con los medios de entonces?

Al frente, Pirámide del Sol y Calle de los Muertos

En cualquier caso, el ascenso a la Pirámide de la Luna, más difícil que el de la Pirámide del Sol, nos dejan sin palabras. La vista es espectacular y el silencio y la reflexión se apoderan de nosotras. Estamos impactadas ante tanta belleza.

Parece ser que sus habitantes querían imitar a las montañas vecinas, que se esconden tras las pirámides. Y lo consiguieron.

Elotes

Sorprende pensar en los restos que aún están por descubrir, sepultados entre la vegetación.

Volvemos hacia Ciudad de México y aprovechamos la tarde, para pasear por el centro y al llegar al Zócalo, pudimos disfrutar del momento diario de arriar la enorme bandera de su plaza, con un destacamento militar que se encarga de bajarla y plegarla, con seriedad y precisión marcial.

Nos tomamos algo en una terraza con vistas al Zócalo y tiramos para la Plaza Garibaldi, a ver los míticos Mariachis amenizar la noche. Sin embargo, volvemos decepcionadas pues hay pocos músicos y menos turistas, que se animen a pagar la actuación de los músicos. En otra ocasión será!

Monumento el Ángel de la Independencia

Al día siguiente tomamos un Turibus, para recorrer cómodamente la ciudad. Tuvimos suerte pues estaba a mitad de precio al ser el día del Amor y la Amistad, en lugar del día de los enamorados. Visitamos el recorrido 1, que pasa por la zona centro: Paseo de la Reforma, Plaza de España, Auditorio, Parque de Chapultepec y luego cambiamos al recorrido 4, para visitar Coyoacán. En total, estuvimos metidas 6 horas en el bús, que se dice pronto, pero bajamos con dolor de cabeza con tanta ranchera y avergonzadas del "yugo español" de nuestros antepasados.

En Coyoacán, visitamos el museo de Frida Kahlo y de Trotsky, pasamos por el barrio de Condesa y Roma, la ciudad universitaria, el estadio Olímpico. Y en líneas generales, fue muy interesante visitar esta preciosa, aunque ruidosa y contaminada ciudad.

Nos quedó muchísimo por ver, en especial, los museos que abarrotan la ciudad. Concretamente, nos recomendaron el Museo Arqueológico y el de Bellas Artes.

Tras dos días de visita, partimos hacia Puebla.

Teotihuacán