20 mar 2018

Oaxaca II

Árbol el Tule
Para el domingo, habíamos contratado una excursión para ver el Tule, Hierve el Agua o las Cascadas Petrificadas (dos nombres, dos municipios, una controversia), Mitla, una fábrica de textiles, una fábrica de Mezcal y la comida.

Excursión muy apetecible, por 200 pesos, súper barata y en la que coincidimos con gente muy maja así que lo pasamos lindo y nos reimos un montón, sobretodo, después de probar varios chupitos de Mezcal.

Enseñanzas de la vida
En la fábrica textil, nos explicaron cómo tejen alfombras y de dónde sacan los colores, que es de la tierra que les rodea: por ejemplo, el marrón de la granadina, el amarillo, de una flor local, el verde del ágave, todo muy sorprendente y bonito.

Cómo no!!  "picamos" y una de las alfombras se vino con nosotras.... bonito recuerdo, guey!





Mezcal
Después nos fuimos a la fábrica de Mezcal, donde nos explicaron todo el proceso de filtrado, fermentación, embotellado del líquido más típico de la zona. Y visitamos también el Tule, que es un árbol que tiene 58 m de diámetro, es decir, se necesitan a 30 personas para poder darle un abrazo. Es increíble.

Antes de comer visitamos Mitla, al ser domingo los mexicanos entraban gratis. En todos los parques nacionales, hay que pagar 70 pesos por visitante. Así que éramos muchísima gente para el guía que nos acompañaba. Aún así, este hombre, nos explicó de maravilla qué significado había tenido esta ciudad, fundamentalmente, un carácter funerario. Es decir, se celebraban rituales de limpieza, purificación y enterramiento de sacerdotes, nobles o gobernantes.

Patio central de Mitla

Estancia con grecas
Cuando llegaron los españoles, prácticamente acabaron con todo el recinto y utilizaron las piedras para construir la Catedral. El pueblo debe de ser bonito, pero no tuvimos tiempo de visitarlo.
En la zona de ruinas, los edificios que se conservan están en muy buen estado, y fue el primer lugar en el que pudimos ver el estuco rojo original, que recubría a los edificios. Además, conserva "grecas" que son tallas en la piedra con motivos geométricos, no solo perfectas sino preciosas. Los techos no son los originales, pero sirven para hacerse una idea del complejo.

Zona arqueológica muy pequeña, pero súper interesante por su buen estado de conservación.

Cascadas Petrificadas
Por fin, tras la comida, pusimos rumbo a Hierve el Agua, donde pensábamos que podíamos darnos un baño en las Albercas (piscinas) naturales que hay. El problema es que llegamos tarde y hacía frio. El agua sale con una temperatura entre los 22 y 27º.

La zona es espectacular, son dos colinas cubiertas con Cascadas petrificadas formadas por el agua que sale de la tierra, es zona sísmica, y esa agua forma estas piscinas naturales, así como,  los restos de carbonato de calcio por el escurrimiento del agua con alto contenido de minerales, que dan al lugar ese aspecto blanco que continúa cayendo varios metros hacia la ladera.

Lo mejor, sin duda, es disfrutar de esta maravilla natural. Porque describirlo, es bastante difícil.

Hierve el Agua
Hierve el Agua
Cascada Chica

En definitiva, un día muy bonito y bien aprovechado, así que amigos: Si alguna vez estáis en Oaxaca, debéis hacer esta excursión, altamente recomendable.

Por la noche, volvimos al Zócalo, pues había sesión continua de Cumbia desde las 17h, claro que previamente, la menda,  se compró un par de sandalias de piel, hechas a mano, con las que bailé sin parar hasta que la música cesó...

La tienda en el mercadillo, se llamaba Huarachería (zapatos) "Juquilita", el chico se llama Juan Carlos Suárez, zapatos preciosos por 320 pesos, los venden en internet por 33€, otras marcas, claro.


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