Trieste-Zagreb-Liubliana

El trayecto entre Zagreb y Liubliana dura, aproximadamente, unas dos horas y media. Todo dependerá del tiempo que se tarde en cruzar la frontera.
A través de getmybus, compramos los billetes.

Tras llegar a la pequeña capital de Eslovenia, tardamos unos 10 minutos en alcanzar el hostel en el que pasaríamos una sola noche.

Solo teníamos menos de un día para visitar la capital, así que tras dejar las mochilas, nos dirigimos al famoso Castillo de Ljubljana, subiendo en funicular por 4€ ida/vuelta.

Dragones, Castillo, río

 Aunque primero nos paramos a sacar la correspondiente foto al puente de los Dragones, que son el símbolo de la ciudad y ¡podrás encontrarlos por todas partes!

Puente de los Dragones

Puedes comprar entradas para visitar el castillo por dentro. La verdad es que lo único que pretendíamos era ver las vistas y sacar alguna foto. El interior del castillo no lo vimos, pero tampoco nos pareció que fuera muy interesante. Hoy en día se utiliza como lugar para eventos, bodas, etc.


Al bajar, llegamos directamente a la plaza donde se encuentra el Mercado Central, muy bonito y pintoresco, lleno de puestos con comida, bebida y artesanía local. Desde allí, tienes dos opciones de recorrer la ciudad, la primera sería al lado del río por el lado izquierdo o por el interior, la calle Stari Tra. Optamos por esta calle porque estaba a la sombra😎. Dejamos de lado el bello Ayuntamiento de la ciudad.

Mercado Central

Es la calle más céntrica, comercial y llena de restaurantes de la ciudad. Allí comimos en un fantástico restaurante un plato típico local: carne de cerdo con salsa de queso, jamón y patatas. Delicioso todo!

Continuamos hasta el final de la calle donde está la iglesia de St. James y volvimos sobre nuestros pasos por la calle paralela. Aquí sí que no hay nada que ver, salvo las terrazas de las cafeterías y el precioso río Ljubljanica.

Al llegar al famoso Tromostovje o Puente Triple porque tiene tres pasarelas y es una construcción típica de Liubliana, cruzamos a la agradable plaza de Presernov Trg, donde se encuentra la Iglesia Franciscana, de color rojizo. Estamos en el corazón de la capital, a partir de aquí y hacia arriba, nos meteremos en el centro comercial de la ciudad, más moderno y funcional. Donde puedes ver el edificio de la Biblioteca Nacional, la Filarmónica y varios museos.

Puente Triple e Iglesia Franciscana

A lo largo del río, podréis ver un par de puentes interesantes y característicos: el Cevljarski Most y el Puente de los carniceros (Mesarski Most), lleno hoy en día de candados.

Puente de los carniceros

La mejor forma de conocer el rio y tener una perspectiva de la ciudad es contratar un paseo en barca, cuyo coste es de 10€, y podrás encotrar a lo largo de la ribera del río una empresa que los realiza. Descubrirás cómo los eslovenos aprovechan los jardines y bares paralelos al río para tomar algo y practicar algún tipo de deporte.

Muchos turistas se dirigen al hotel Neboticnik al atardeder para tener las mejores vistas de la ciudad desde su azotea, donde hay una cafetería. Nosotras preferimos pasear y tomar un fantástico helado en una terraza, aprovechando el buen tiempo.

Casco viejo

Tuvimos tiempo también de acercarnos a uno de los barrios más modernos y famosos de Liubliana, Meltekova (un centro autónomo cultural), es decir, una especie de Christiania, pero más pequeña donde artistas locales e internacionales plasman su arte en pinturas, grafittis, esculturas, arte urbano. ¡Es la zona más underground de la ciudad!

Meltekova

Nos tomamos algo en el Museo Etnográfico, donde vimos a un montón de gente joven o estudiantes disfrutando de su jardín.

Antes de ir al hostel, nos encontramos con un pequeño concierto de violín y chelo al aire libre en un pequeño jardin del centro de la ciudad.

Nos marchamos con una agradable sensación de Liubliana. Es una ciudad preciosa, muy manejable, llena de gente joven y bicicletas. No tuvimos tiempo para conocer más el país, pero nos queda pendiente una estancia más larga y disfrutar de sus maravillas.

Volveremos