Es el segundo día del viaje. Tras dormir unas cuantas horas pues el viaje de ida se ha hecho muuuuy largo, nos despertamos frescas como lechugas en el Hotel San Miguel, con un buen desayuno de panqueques (nuestras tortitas o pancakes) y unas vistas espectaculares al lago Petén y al pueblo de Flores al fondo.
| Vista de Flores desde el hotel |
Hace mucho calor, con un bochorno insoportable. Nos vamos a Flores y, para ello, nuestro hotel tiene una pequeña barca a motor que cruza en cinco minutos la corta distancia hasta la isla. Debido a las fuertes lluvias hay inundaciones, en el hotel, el embarcadero así como la zona de terraza, han desaparecido bajo el agua. El embarcadero y la calle anexa de Flores, también.
Flores es un pequeño, pero encantador pueblo, lleno de hoteles y restaurantes para turistas de todos los colores inimaginables, así como música y alegría. El pueblo se visita rápido y nos vamos al extremo de entrada del pueblo. Allí nos encontramos con una agencia y contratamos las excursiones.
| Calle de Flores |
Queríamos Tikal con guía y Yaxhá, sin. Creo recordar que el paquete nos costó 300Q a cada una, exceptuando la entrada, que se paga in situ o se saca on line.
Ponemos rumbo a Yaxhá a las 12 del mediodía. No queremos madrugar para ver el amanecer ni tampoco la opción del atardecer. Compramos bocatas para pasar el día porque nos avisan de que allí no hay nada para comprar y tenemos por delante dos horas de colectivo (turístico), el bus está bien, pero su tamaño es reducido: sillas, pasillo, longitud...los guatemaltecos/as con muy bajitos comparados con los europeos/norteamericanos! 😂
Aviso a navegantes: soy una apasionada de la Historia y de la Arqueología y me flipan los pueblos precolombinos o prehispánicos o como sea normativamente correcto decir.
Así que disculpad de antemano la chapa.
Para mí, esta era una parada clave pues algo desconocido para la mayoría es que los mayas provienen de lo que hoy conocemos como Guatemala y, posteriormente, se expandieron por Méjico, Honduras, Salvador y Belice.
| Mapa de Guatemala |
En la zona norte de Guatemala, en el departamento de Petén, vivieron, nada más y nada menos que 3 millones de mayas. De hecho, nos dijeron que Guatemala reivindica las zonas mejicanas de Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Chiapas porque si os fijáis en el mapa, están muy cerca y la división territorial no parece que esté muy bien hecha.
Pues bien, en Petén, cuya orografía y paisaje es, simplemente, espectacular, los mayas se asentaron originalmente en lo que se llama el periodo preclásico y clásico (1.200 Ac-900 Dc), hasta su declive y casi desaparición, lo que llevó a su asentamiento en las zonas limítrofes de lo que hoy es Méjico.
La entrada al complejo arqueológico comprende Yaxhá, Nakum y Naranjo, tres ciudades del parque nacional. Evidentemente, hay que quedarse varios días por la zona para visitarlo todo. Además, las dos últimas ciudades a penas están desenterradas.
Yaxhá significa "agua verde" y ello porque está rodeada de un lago del mismo nombre que era la puerta de entrada a la ciudad, así como fuente de comercio y de vida.
| ¡Hola! |
En Yaxhá se conservan más de 500 estructuras, de las cuales, la mayoría están sin desenterrar lo que resulta sorprendente porque, a cada paso que das, puedes observar montículos llenos de vegetación que esconden una pirámide en su interior. Algunos están señalados, otros simplemente los ves... o no.
| Complejo astronómico menor |
Un guía con el que hablamos nos explicó que es imposible para los arqueólogos desenterrar todas las edificaciones porque supone un dispendio en recursos y se puede poner en peligro, no sólo las estructuras de los edificios, sino la biosfera del lugar. Por tanto, lo que se hace es mantener lo existente y limpiar algunas pirámides, sólo en un 30% de su superficie (una o dos caras) para hacernos una idea y el resto, se mantiene debajo de la tierra y la vegetación. Nos ponía el ejemplo de lo que ocurre en Chichen Itzá, donde las excavaciones utilizaron materiales modernos (acero, cemento, etc) lo que, a parte de "molestar a la vista", perjudica el estado original de las mismas, teniendo que ser restauradas pocos años después de su reforma.
| Pirámides gemelas |
Así que entramos en el parque y lo primero que sorprende es la soledad. A penas hay turistas y, aunque el sitio no es muy grande, pero es extenso, lo disfrutamos a solas con los animales del entorno y, especialmente, los monos aulladores que le dan a la visita un toque mágico, pero también amenazante💕
| Cartel en la entrada |
No vamos con guía, hay carteles a la entrada y en cada edificación importante que explica lo que estamos viendo. Nos dejamos sumergir por la magia del lugar, el silencio sólo roto por los animales, la densidad de la selva, el verde que todo lo rodea. Es indescriptible.
Las ciudades mayas eran centros espirituales y de sacrificios para los sacerdotes donde sólo habitaba la familia real y el pueblo, se alojaba a las afueras. En Yaxhá las edificaciones más importantes son: Palacio Real, Acrópolis y Observatorio astronómico. Además, hay dos campos de juego de pelota que, aunque pequeños, están muy bien conservados.
De hecho, al lado de este campo de juego de pelota, hay una pirámide enterrada que se conoce como la pirámide de los sacrificios, desde donde se sacrificaba al capitán.
¿Sabes qué es el juego de la pelota?
Era más que un juego, un ritual. Jugaban dos equipos de siete miembros cada uno, con una pelota de caucho que era pesada (4kg) y había que introducirla en un aro que se colocaba en un lateral del campo. Hasta aquí fácil, ¿no? El problema era que sólo se podían utilizar la cadera, los muslos, hombros o codos. Vaya, se complica la cosa.
En esta zona, hay que pensar que los mayas que aquí vivieron fueron antecesores de los que luego habitaron Méjico y que allí, se mezclaron con otras culturas como los aztecas o los olmecas, nos dieron versiones distintas a lo que ya había escuchado.
Nos dijeron que el capitán del equipo ganador (y no el perdedor), era sacrificado con gran honor pues una de las teorías sobre el juego de la pelota es que tenía una connotación simbólica entre el ciclo de la vida y la muerte y las fuerzas del bien y del mal.
Otra versión novedosa que escuchamos fue que sólo se jugaba cada 52 años, que era una unidad de tiempo importante en la cosmovisión maya.
Complejo astronómico mayor
Terminamos la visita en este sitio. Es una pirámide destinada a la contemplación del cielo y el estudio astronómico. Sabéis que los mayas idearon su propio calendario, dominaban las matemáticas descubriendo el número 0 y asentaban sus pirámides más importantes en una perfecta orientación Norte, sur, este y oeste.
Pues bien, en este sitio que tiene unas escaleras de madera para subir a la cima, hay unas vistas que, literalmente, cortan la respiración: laguna Yaxhá, vegetación exuberante y, a lo lejos, el templo de la pirámide de las manos rojas, la estructura más alta de todo el recinto, pero que tiene las visitas restringidas temporalmente.
| Pirámide de las manos rojas |
Desde aquí las vistas son hipnóticas. Es habitual que se espere a ver el atardecer desde este mirador.
| Atardecer desde el observatorio |
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