En Cahuita, nos alojamos en Cabinas Vaz un sitio muy modesto, por 20$/persona, pero que está al lado de la estación de autobuses y en pleno centro del pueblo. Cahuita es un sitio muy pequeño, pero tranquilo y con encanto.
Después de dar una vuelta de reconocimiento, decidimos comer algo en el Restaurante La Fé, sin duda, el mejor de todo el viaje. Comida caribeña y platos de pescado, todo lo que pedimos estaba buenísimo.
Y nos vamos al Parque Nacional de Cahuita. Es cierto que te puedes ahorrar la entrada si caminas hasta el final de la playa y cuando llegas a la desembocadura de un pequeño riachuelo, accedes al inicio de un sendero.
El parque es grande, tiene un recorrido que dura 5 horas y termina a varios kilómetros de la entrada. Por tanto, la recomendación es ir pronto, pues nosotras entramos sobre las 3 de la tarde y una hora y media después, nos encontramos con un guía que estaba cerrando el parque y llevándose consigo a los turistas. Gracias a él, vimos especies propias como la serpiente amarilla. La playa también pertenece al PN; de modo que a las 18h que es cuando cierra, no debe de quedar nadie dentro.
También se puede hacer snorkel para ver sus famosos corales, pero es necesario contratar un bote y un guía.
Después del paseo, nos preparamos para la cena. Nos vamos al Ricks bar que es el más grande y famoso del pueblo. No tiene pérdida, cenamos muy bien y a gusto.
Parque Nacional de Cahuita -aéreo_ |
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