13 abr 2024

Día 6. Tarde-noche en El Cairo, II parte

 El día ha sido largo, pero aún queda el plan de tarde-noche.

El guía nos recoge en el hotel a eso de las 18:30h para subir al autobús que nos llevará hasta el centro. Toca dar un paseo por el Gran Bazar de Khan el Khalili. De camino nos pilla la Ciudad de los Muertos, el guía nos explica que es un cementerio árabe, pero que en la actualidad también está habitado por los vivos.

La barriada, que tiene una extensión de 7km2, está formada por viviendas formadas por estancias pequeñas y por patios de arena donde se ubican algunas tumbas de la familia.


Mahmoud hace una llamada y nos dice que podemos visitar una casa de los vivos (y de los muertos) donde vemos que la casa es pequeñita, pero el patio grande tiene varias tumbas, algunas visibles y la mayoría, están enterradas.


Patio con tumbas

La pregunta es: ¿Por qué viven aquí? Fácil, porque no tienen otro sitio dada la masificación que sufre el Cairo y el éxodo de la zona rural a la gran urbe.

Continuamos visita hacia la zona centro, el bus nos deja al lado de una de las entradas al Gran Bazar. Llamamos la atención, somos occidentales y blancos, en unas abarrotadas y bulliciosas calles. Vamos en fila india, imposible caminar. 


Nos faltan ojos para mirar a toda la gente, a todas las tiendas que rodean el camino, a respirar los diferentes olores, el guía nos va explicando cómo diferenciar las diferentes mezquitas en función de la forma de su minarete (faro en árabe) y varios edificios que nos vamos encontrando

Mezquita

Imperdible el famoso café El-Fishawy o el café de los Espejos, muy turístico y, por ese motivo, tomamos un té en otra terraza rodeados de locales. Por este lugar callejeó y vivió un premio Nobel, Naguib Mahfuz con su obra la trilogía de El Cairo. Sin duda, habrá que leerla.

Café de los Espejos


Pasear por este punto de la ciudad debe hacerse sin mirar el reloj para disfrutar del ambiente, de las tiendas, de las antigüedades, de sus callejuelas estrechas y malolientes, de la cercanía de la gente, de las tiendas de comida. Es de esas experiencias que te hacen sentir viva pues todo te llama la atención. 

Gran Bazar

Hay zonas donde los artesanos se unen y puedes disfrutar de calles solo de comercios de joyas, alfombras, lámparas, estatuas y cobre. Es indescriptible. Sin duda querrás gastar todo tu sueldo aquí. Te animo a aprender a regatear con estos maestros del regateo. 

Dejamos el Gran Bazar, aunque al día siguiente volveríamos por libre, con un poco de pena. Nos vamos a cenar. Y, a pesar de ser sábado noche, no hay alcohol en el restaurante. Así que algunos, después de reponer fuerzas, nos apetece tomar una cerveza.

Tienda sin dolor de cabeza (regateo)

Buscamos hoteles que suponemos que son los únicos establecimientos donde podremos encontrar alcohol y dirigimos nuestros pasos al Intercontinental Hotel que, además, está muy cerca del nuestro.

Allí nos tomamos un cóctel a la salud de El Cairo, precio europeo aunque barato para estar en un hotel de lujo. La noche es agradable, sopla una ligera brisa, pero no hace frío.

Hay que celebrar que hemos estado en la única de las siete maravillas del mundo que aún queda en pie.

Soirée en El Cairo




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