29 nov 2019

Eje Cafetero: Salento

El colectivo a Salento

Nuestro segundo día en el Eje comenzaba madrugando para hacer los bártulos y volver al punto de partida inicial, la estación de Armenia, para tomar un colectivo hasta Salento, viaje de unos 40 minutos de duración.

El trayecto es muy bonito pues en la parte final se empieza a subir ya que Salento está a 1.895km sobre el nivel del mar. Hace fresco y amenaza lluvia. El paisaje es extremadamente verde, de un verde intenso.





La enana estación de buses de Salento está al principio del pueblo y toca subir las cuestas para buscar un alojamiento. Nuestro plan inicial era ir decidiendo ruta sobre la marcha, especialmente, en el tema de los hostales donde dormir.

Alrededores de Salento
Tras, prácticamente, haber dado la vuelta al pueblo, mochila a cuestas, nos alojamos en el Hostal Ciudad de Segorbe, un sitio realmente cómodo y bonito, por 44.750 COP una triple.
Iniciamos un recorrido por el pueblo. Es realmente turístico y el primer sitio lleno de turistas que nos encontramos. Normal, ¡Salento es precioso! Lo primero que llama la atención es que sus casas están pintadas de alegres colores: marcos de ventanas, puertas, salientes, todo es un contraste de colores chillones.

Calle en Salento
La plaza mayor en la que se encuentra la Catedral (Nuestra Señora del Carmen), los taxis y jeeps es el punto de partida para iniciar, a mano izquierda, el recorrido por la principal calle comercial, Calle Real, llena de tiendas por doquier. Hay de todo, artesanía local, ropa, joyerías y tiendas tipo "herboristería". La creatividad de los colombianos es destacable, nos apetece comprar de todo, pero a estas alturas de la mañana, lo quen nos apetece es comer.

Bonita estampa
Nos habían comentado que desde Salento parten autobuses directos  nocturnos dirección Medellín, pero hay muy pocas plazas, por lo que decidimos ir rápidamente a comprar los billetes para dos días más tarde.

Give me five!

Después pasamos la tarde entre tienda y tienda y subimos también al Ecoparque el Mirador y Alto de la Cruz desde el que tenemos una vista completa de Salento y sus alrededores y también, con un poco de suerte, del Valle de Cocora a lo lejos.

Mirador
Allí conversamos con unos chicos que nos comentan los problemas del comercio local: la competencia entre vendedores perjudica a todos, pues los precios son muy bajos pese a la calidad de los productos y el margen de beneficio se reduce. No hay ningún tipo de Asociación o Cooperativa que aglutine a los distintos sectores.

Vista de Salento
Está anocheciendo y bajamos al pueblo. Hay que comprar comida porque al día siguiente vamos a hacer la ruta por el Valle de Cocora y después tenemos reservada cena en un restaurante, Donde Laurita, para probar el plato típico aquí: la trucha con patacón.

Como siempre en Colombia, la comida es espectacular y nos dimos un buen atracón. Pedimos tres platos distintos: Trucha al ajillo, Trucha especial de la casa y la marinera. Los tres estaban exquisitos, pero los dos últimos, con mucha crema en la salsa fueron muy poco digestivos 🙈🙈

Un corto paseo por el pueblo para bajar la cena y a la cama, ya que al día siguiente madrugábamos para ir al Valle de Cocora.

Banquete de Truchas







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