Gili Air, Gili Meno, Gili T

 

Islas Flores

Creo que fuimos tangadas en dos ocasiones durante el viaje. La primera, en Bromo, la segunda, con el viaje de vuelta desde Labuan Bajo hasta Lombok.

Cuando contratas la excursión te enteras de que el viaje es solo de ida, así que tienes que planificar el regreso. Como los vuelos estaban carísimos, decidimos volver en transporte público terrestre y nos dijeron desde la Agencia que no había problema, que el mismo día que llegábamos a Islas Flores, podríamos coger un bus de regreso sobre las 21h. Era perfecto, conocer la ciudad, cenar y vuelta.

El mismo día que nos venían a buscar al hotel para ir a coger el barco, nos dicen o nos meten presión, mejor dicho, mientras desayunábamos y con prisa porque nos habían dicho que nos recogerían más tarde, para que contratáramos con ellos el regreso, por 700.000rp cada una. Todo era fácil, maravilloso, dijimos que sí por no aguantarles y por no tener que buscar el desplazamiento casi sin tiempo, pues íbamos a estar incomunicadas en el barco.

Días más tarde, nos encontramos con una amiga alemana, en una de las muchas islas que recorrimos y nos comentó que ella volvía también en transporte público por 300.000rp.

 

Cuando llegamos a Labuan Bajo nos confirmaron que no habría bus (que no es bus, sino ferry) hasta el día siguiente. Por lo que tuvimos que negociar para dormir en el barco de la excursión, a lo que no nos pusieron ningún problema y fue gratis.

Al día siguiente, el ferry no salía a las 9am, sino a las 10.30h, allí estuvimos 7h hasta llegar a Bima, de ahí, en una cutre estación, sin conductores que hablaran inglés, sin saber horarios....hasta tal punto que, casi pierdo la furgoneta cuando intentaba comprar pollo para llevar y comer algo...de Bima a Miro y de ahí, en un supuesto autobús de lujo, que era un ALSA de los viejos como el de paradas a Luarca, fuimos hasta el este, viajando toda la noche, para coger un ferry hasta Lombok y de ahí, otro bus hasta Mataram.

Cutre estación de buses

 En total, estuvimos viajando 24h. Pude dormir, ni tan mal.

En Mataram contratamos un taxista privado mediante la aplicación Gojek para que nos llevase al puerto de Bansal y de allí, un bote público por 16.000rp, en lugar de uno privado (va más rápido y tiene más frecuencias) por 85.000rp.

Tardamos en salir, porque no salió a la hora, pero en 15 minutos llegamos a la PAZ de Gili Air.

Habíamos reservado un hotel, en primera línea de playa, el Solabose Cottages, para dos noches, +-40/€ en total. Y muy bien. Los hoteles están muy bien y son muy baratos, en general, claro.

Zona de ocio playera

 Ya en Gili Air, nos dedicamos al noble arte de no hacer nada, caminar, descubrir los alrededores y disfrutar de la playa y ver el atardecer.

Gili Air es una isla diminuta. La recorres en bicicleta en 1h, eso sí, no hay asfalto en toda la isla, por lo que hay partes en las que tienes que empujar la bici sobre la arena. En cualquier caso, disfrutas de la costa, de tomar algo en cualquier bar frente a la playa, ves muchos resorts abandonados (crisis, supongo) y áreas donde no hay nada construido y predomina la naturaleza salvaje y las vacas, que están atadas, por cierto. ¡Pobres vacas indonesias! En Asturias, no tendrían ese problema.

Nuestras amigas las vacas

 

Nuestras amigas las bicis

 Al día siguiente, alquilamos una bici en el hotel por 5€ y dimos un paseo. Con la suerte de que en el primer sitio donde nos pegamos un baño, zona este de la isla, el lugar donde se hace snórkel o se contrata un barco para ver tortugas, había gente en el agua que no dejaba de hacer aspavientos...Así que nos acercamos para ver qué ocurría y cuando nos dejaron las gafas de snórkel y miramos debajo del agua, nos encontramos con la tortuga más grande jamás vista!!, de unos dos metros de largo. ESPECTACULAR. De los mejores recuerdos del viaje.

Ese día, cenamos en un restaurante español. Morriña se llama. Nos cobraron 12€ por una jarra de sangría hecha con piña y sandía...en fin, algo es algo.

Relax en Gili Air-sunset-

Al tercer día, salimos también en un bote público (8am ó 15pm), en dirección Gili Meno. Queríamos ver todas las islas. Allí, reservamos un sitio más cercano al pueblo, por que hay menos hoteles y queríamos estar cerca y en el centro.

Nos fuimos a la playa para tomarnos un baño y ver el atardecer. Al caer la noche, tuvimos que marchar escopetadas porque nos estaban comiendo los mosquitos. En la isla hay un lago y eso, probablemente, atrae a estos insectos.

Los dos días en Gili Meno también fueron muy tranquilos. Es un poquito más grande que Gili Air, pero se puede recorrer fácilmente caminando o en bici. Fuimos a ver la zona de la cría de tortugas y nos acercamos a la zona (oeste) de las estatuas submarinas. 

Criadero de tortugas, Gili Meno

 Es más salvaje y menos turística que Gili Air. Tiene muy pocos hoteles y es el sitio perfecto para descansar y desconectar. Quizás también tiene más encanto, aunque las playas me gustaron más en Gili Air ya que son más tranquilas y tienen menos corriente.

La zona más bonita de Gili Meno es el norte y el este, donde pudimos ver el volcán Rinjani totalmente despejado. Un lujo. Cuando estás en estas islas, ves la costa de Lombok y, a lo lejos, el volcán Agung (Bali).

Volcán Agung, desde Gili Meno

 

Rinjani desde Gili Air

Comimos en el warung Anna, especializado en pescado y nos tomamos un happy hour a la salud del Rinjani.

En estas islas puedes contratar un servicio de masaje. Los hay de distintos tipos. Son una pasada. Yo hice uno de cuello, hombros, espalda y cara por 8€.

Tras las dos noches, nos desplazamos a Gili Trawangan para coger un barco hacia Nusa Lembongan. Así que nos dió tiempo a ver esa isla y pegarnos un baño. Es súper turística, para jóvenes marchosos y mochileros. No falta de nada. De hecho, hasta nos encontramos con una panadería cosa que echaba de menos.

Para mí es la menos recomendable, aunque hay viajeros que se alojan en una zona tranquila y desde allí, visitan en un día las otras dos Gili.

Gili T

Pusimos rumbo a Nusa Lembongan. El viaje comienza su recta final.